jueves, 18 de noviembre de 2010

¿Cómo prepararnos para exponer un discurso?

Selección de Tema

Lo primero que hay que hacer es preguntarnos ¿en que soy experto? ¿Qué temas domino? ¿En que actividad poseo mayor experiencia?

Los temas que pueda exponer un psicólogo serán muy diferentes, quizá a los que maneje un ingeniero: pero es seguro que no será de lo único que pueden hablar. Si tenemos algún pasatiempo favorito es muy probable que poseamos mayor información al respecto que el resto de las personas. Si eres fanático de un grupo musical es seguro que conozcas sus ultimas grabaciones e incluso las futuras, en que lugares sean presentado, donde han tenido mas éxito, etc.

El tema delimita el área que nos interesa tratar, pero no el enfoque que queremos darle. Existen una gran variedad de ángulos y puntos de vista para tratar cada tema. Si dividimos el tema en grupos, categorías, variantes, etc., podremos elegir el enfoque mas adecuado para la ponencia.

Análisis de la audiencia

Cuando se solicita a alguien que hable en público, podemos presuponer que tiene conocimientos acerca del asunto; pero un buen orador sabe que no basta conocer el tema para exponerlo en forma adecuada. Es indispensable conocer también las características de la audiencia ala se va a dirigir.

En el proceso de comunicación resulta importante no solo el mensaje, sino la manera en que se codifica. Los rasgos socio culturales de los receptores, por ejemplo, proporcionar información muy valiosa que pueda indicarnos el conocimiento previo que la audiencia tiene del tema, el lenguaje que maneja (técnico o coloquial) o que aspecto en particular les interesa.

Antes de exponer su tema, todo buen orador, debe conocer algunos rasgos de la audiencia, como edad, sexo, raza, nivel socioeconómico, ocupación, lugar de origen, grupos de referencia, educación, cantidad de receptores, entre otros.

Conocer la actitud de la audiencia

Por lo general cada persona tiene una opinión sobre algún tema. Si el orador conoce cuál es la actitud de su público antes del discurso, puede enfocar sus esfuerzos de manera más eficiente para convencerlo sobre el  tema en cuestión. Las actitudes de una persona pueden clasificase de esta manera:
  • Actitud positiva: es cuando el público o audiencia tiene una opinión favorable hacia el tema. En este caso no hay necesidad de convencer, lo conveniente es indicar cursos de acción específicos.

  • Actitud negativa: en este caso la persona esta en contra de las ideas propuestas. Ante un público con actitud negativa es conveniente tratar de detectar si estas ideas son solo contrarias u hostiles al orador. Si la audiencia esta ligeramente en contra, hay que manejar argumentos sólidos que le de razones para considerar su posición. Cuando el grupo es hostil convendría plantearse una meta más alcanzable que un cambio total de actitud o comportamiento.

  • Actitud neutra: cuando la audiencia no cono ce el tema, no le ha afectado o no le había puesto interés, quizá tenga una opinión neutra sobre el asunto. La mejor manera de hacerlos participes y llevarlos a una actitud positiva es proporcionándoles información, involucrarlos con el tema y motivarlos.

Administración del tiempo

 Disponer de cinco minutos en una asamblea o junta no es lo mismo que hablar durante una hora o mas ante un grupo en un auditorio. Si contamos con poco tiempo debemos ser concisos, no apoyarnos en explicaciones largas; ser amenos y agradables. Pero si el tiempo lo permite, podemos reforzar nuestra ponencia con materia grafico o audiovisual extender el desarrollo del tema, dar mas ejemplos, explicar procesos, etcétera. 

El tiempo es un elemento que debe considerarse cuando se prepara un discurso.

Recuerda que por más emocionados que estemos con nuestro tema, no podemos hablar indefinida mente. Tampoco podemos hablar un par de minutos y despedirnos, si se espera mas de nosotros. Es importante saber de ante mano de cuanto tiempo disponemos para la exposición.

Recomendaciones generales

Busca información actual no importa cuan experto seas en un tema, siempre habrá algo nuevo que aprender.

No te conformes con solo un tipo de fuente. Consulta libros recientes, revistas especializadas, etc. Aprovecha a los expertos en la materia con quien puedas ponerte en contacto.

Un buen orador no solo es experto en el área de su especialidad, debe tener amplios conocimientos de cultura general.

Siempre escribe tu discurso. No importa cuan bien domines el tema y que tu capacidad de improvisación sea excelente. Redactar el tema te permite organizar mejor tus ideas y repasar lo que has preparado.

La práctica hace al maestro. Una manera de evitar el nerviosismo es ensayar tu ponencia.

Logística

Cuando nos invitan a exponer un tema, el evento en que participaremos esta ya organizado: hay una fecha y lugar establecido, la audiencia esta invitada y el evento difundido; así que nuestro trabajo consiste en preparar el discurso y elaborar nuestros apoyos. Debemos revisar una serie de detalles que podrían afectar la presentación sino lo tomamos en cuenta:

Tamaño y disposición del lugar

  • Puede limitar el tipo de apoyo visual que usaremos. Si el lugar es muy grande no será conveniente usar fotos u objetos pequeños.
  • Si estamos muy lejos del público, posiblemente necesitemos un micrófono.
  • Si voy ha utilizar algún aparato que requiera conectarse a la corriente eléctrica ¿hay una toma de corriente cerca que funcione?

Cada experiencia frente al público es diferente. Observa los detalles que no resultaron muy bien en la última sesión y mejóralos en la siguiente oportunidad. Recuerda que hablar en público no solo es pararse en un gran auditorio ante una audiencia numerosa.

Aprovecha cada instante para elaborar un buen mensaje y busca siempre una retroalimentación objetiva que te ayude a superarte.

"Fournier Marcos, Celinda. Comunicación verbal / El discurso (Pág. 91-68) México, D.F.: Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Departamento de Lenguaje y Comunicación."

No hay comentarios:

Publicar un comentario